jueves, 15 de agosto de 2013

1936. Azaña entrega el poder al moderado Martínez Barrio

Los nacionales se alzaron contra las fuerzas democráticas elegidas en las elecciones de 1936. Viendo que la República corría peligro, y tras la dimisión de Santiago Casares Quiroga, el Presidente Manuel Azaña entregó el poder a un moderado como Martínez Barrio (centro-derecha). El objetivo era formar un gobierno de conciliación que pudiese evitar el inicio de la guerra.

Martínez Barrio entra en el poder en la noche que va del 18 y el 19 de julio de 1936, telefonea entonces a varios jefes militares en un intento desesperado por evitar la guerra y dado que comprueba que no puede hacer nada, dimite el 20 de julio. Martinez Barrio habló con el General Mola y otros varios, que se negaron a someterse a la legalidad republicana y a un gobierno de concentración, en el que no habría marxistas ni comunistas.

A su dimisión, fue sustituido por José Giral. Iniciada la Guerra Civil, este fue partidario de la entrega de armas a las organizaciones obreras y de la disolución del ejército sublevado, pero fue perdiendo autoridad a medida que se alargaba y radicalizaba la contienda. Este gobierno duraría desde el 19 de julio hasta el 4 de septiembre de 1936.

Tras esto, Azaña se vio obligado a hacer lo que quería evitar a toda costa para salvar a la República: dar el poder a Largo Caballero (PSOE).

En conclusión, el bando nacional se alzó contra un régimen democrático, el cual terminó derivando en consecuencia a uno comunista.

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